L'Alfas del Pi: "Entre comillas"

Este pasado fin de semana, coincidiendo por la inauguración del Festival de L'Alfas del Pi (Alicante), las hienas Ángela Boj, Ayelén Muzo y Ángela Villar se vinieron conmigo a arrasar las playas alicantinas y de paso (para variar) empezar a grabar los nuevos webisodios en el masnífico hotelazo Albir Playa. El que pueda pagárselo que se lo pague, que merece la pena.

El descoloque habitual de las organizaciones festivaleras, que tantas risas y problemas me han dado en tantas otras ocasiones a lo largo de mis años de vividor, hizo que fuéramos (gracias a la inestimable colaboración de nuestro "agente" Rodrigo Boj) en un régimen muy en consonancia con el caracter del serial-web: surreal, claro. ¡Cómo iba a ser si no!

Se supone que, aunque sin estar dentro de los actos "oficiales", sí que estábamos "invitados" por el festival y que aunque en un principio a los de la organización les importaba una mierda nuestra presencia (querían que fueran Manuela Velasco y Sonia Almarcha, que para eso les gusta tanto lo de coleccionar "cromos de famosos"), al parecer nos dejaban estar por allí y de hecho el director del festival Juan Luís Iborra nos pasó invitaciones para la "enorme" ceremonia de inauguración. En el acto, que tuvieron la "suerte" de ver las chicas, se le homenajeó a la gran Sara Montiel y acabó con un "miniconcierto" de Víctor Manuel y Ana Belén.

El hotelazo nos organizó amablemente un pase de HIENAS, nuestro "agente" se llenó las calles de L'Alfas, Alicante y otros entrañables enclaves turísticos con  unos bonitos carteles... y terminamos nuestra "operación publicitaria de guerrilla" con el reparto, en manos de nuestra "azafata" Boj de unos bonitos DVDs de HIENAS a la gente de RNE que hacían en directo su programa el domingo desde la sede del festival, la Casa de Cultura.

Allí montamos en puesto del "top manta hienero" hasta que el "afable" jefe de prensa del festival, que "naturalmente" no sabía nada de nosotros ni de nuestra presencia en el mundo y mucho menos aún en "su" festival, nos pidió explicaciones y acabó dejándonos vivir un ratito más. A los diez minutos el subdirector del festival nos largó en un gesto magnífico de "poderío" digno de película de Scorsese, sin discutir ni gritar ni nada... muy digno. Me encanta que me echen de donde ya no tengo mucho más que hacer, así que nos fuimos por aquello del "pa qué discutir" y con la esperanza en que la tierra se lo tragase alguna noche de parranda festivalera de las muchas que le quedan durante la semana, cuando Iborra, el director del hotel o algunos miembros más de la "organización" le miraran por lo menos "raro" cuando contara la expulsión de los fariseos de su particular templo.

El fotógrafo oficial del festival no quería que "las hienas" se fueran de ahí sin darle algún tipo de alegría intelectual para su mente calenturienta, así que las hizo unas fotillos y yo el "making-of" de otro "gran momento publicitario", tras el que nos cogimos el "hienamobil" y volvimos a la capital del reino, riéndonos como... como... ¿cómo se llaman esos bichos tan feos que están llenos de mierda, comen carroña pero se están todo el día partiendo el culo?